Muchas gracias por llegar hasta aquí y revisar la versión digital de mi hoja de vida. En esta pagina encontraras mucha mas información que por espacio no incluí en mi archivo PDF / Hoja fisica.
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Me complace compartir las capacitaciones que he adquirido a lo largo de mi trayectoria. Cada certificado representa un paso importante en mi desarrollo y dedicación para seguir creciendo en mi campo.
Esta sección refleja los certificados mas representativos y se actualizaran cada año. Estos reconocimientos reflejan mi compromiso con el aprendizaje continuo y mi pasión por brindar un servicio de calidad.
Te doy la más cordial bienvenida a esta plataforma en constante evolución, donde cada visita es una oportunidad para medir el impacto de nuestras experiencias. Es un verdadero placer contar contigo como parte de este proceso de presentación, a través del cual deseo compartir contigo fragmentos de mi historia y recorrido. Mi propósito central radica en forjar, en los próximos meses, un modelo de presentación sólido y eficaz para currículums, que se vuelva cada vez más innovador y adaptable a distintos perfiles profesionales y empresas.
Agradezco sinceramente tu participación en este viaje de transformación y aprendizaje. ¡Prepárate para explorar nuevas formas de presentar perfiles profesionales y descubrir la historia que hay detrás de cada logro!
¡Bienvenido y gracias por ser parte de este emocionante trayecto!
Nací un 29 de Noviembre de 1999, en el año del conejo, en un lunes que quizás sea considerado el día menos querido, pero es innegablemente el más trabajador y productivo de la semana, una cualidad que encuentro reflejada en mí. Mi llegada al mundo tuvo lugar en Quinindé, un rincón que desafía su pequeñez para abrazar lo global. Mis padres provienen de las tierras de Manabí y del Guayas, mientras que yo, Adrian, soy un producto de la tierra del cacao, de las palmas africanas y del embriagador Encocado de pescado. Mis primeros tres años de vida los viví rodeado de la campiña, en un abrazo íntimo con la naturaleza.
La oportunidad de experimentar la vida urbana se presentó temprano en mi existencia, y ahora me encuentro en una de las ciudades más prominentes del país, con un corazón lleno de sueños y una lista interminable de metas por alcanzar. Sin embargo, mi niñez fue moldeada de manera significativa a los diez años, cuando mi padre decidió emprender un camino diferente, dejando nuestro hogar en busca de nuevas oportunidades. A una edad en la que muchos todavía dependen por completo de sus padres, me vi forzado a abrazar la independencia de forma prematura. Desde ese momento, mi historia como joven autodidacta y ávido estudiante comenzó a tomar forma.
Asumir el rol de “hombre de la casa” a tan temprana edad fue un desafío que abordé con determinación. A los quince años, aprendí a cosechar el cacao durante las vacaciones, un valioso conocimiento que quedó arraigado en mi ser. Vendí caramelos en mi escuela y me aventuré a emprender tareas que demostraron mi destreza para tomar la iniciativa, incluso si en algunas ocasiones rozaban los límites de la legalidad, como el caso de organizar apuestas deportivas. Pero no juzguen mis acciones, ya que detrás de cada paso siempre latía mi espíritu emprendedor, ansioso por despertar y conquistar el mundo.
Estos capítulos iniciales de mi vida delinearon la base de lo que estaba por venir. La historia de mi pasión por el aprendizaje autodidacta y mi espíritu incansable de superación estaban a punto de desplegarse, dando forma a la persona que me convertiría en el futuro.
Gran parte de mi trayectoria educativa transcurrió en la esfera de la educación pública, una etapa que no puedo más que valorar por la base que me brindó. Sin embargo, mi primer año de colegio en el ámbito público no resultó tan fulgurante como hubiera deseado. Fue en ese momento cuando comencé a experimentar de cerca las influencias negativas y las compañías que me alejaban de los valores y las metas que siempre aspiré para mi vida. Afortunadamente, mi determinación se mantuvo firme y, al año siguiente, gracias al incansable esfuerzo de mis padres, tuve el privilegio de ingresar a un colegio privado. Era un privilegio que entendía no podía subestimar en esta fase crucial de mi formación.
Mi paso por esta institución resultó ser trascendental, no solo en términos de moldear mi carácter, sino también en cuanto a las habilidades prácticas que adquirí. Ahí, fui expuesto a un abanico de destrezas que abarcaban desde herramientas ofimáticas hasta modelado arquitectónico, diseño gráfico básico, e incluso la habilidad de reparar y ensamblar equipos informáticos. Sin embargo, lo más importante que obtuve de esta experiencia fue un insaciable deseo de emprender y nunca detener el proceso de aprendizaje, algo que agradezco principalmente a la plataforma Platzi. Si no fuera por esa chispa, nada de lo que estás leyendo aquí tendría lugar hoy en día.
Esta senda me condujo a una pasantía en una destacada entidad pública, y posteriormente al Preuniversitario de la ESPOL. Sin embargo, como en toda travesía, hubo retos y sacrificios a superar. En la actualidad, me encuentro inmerso en el estudio de Tecnologías de la Información, en la modalidad en línea de la Universidad de Milagro. Anhelo profundamente adentrarme en otras disciplinas en algún punto de mi vida.
La plataforma Platzi.com complementa mi aprendizaje de manera excepcional, brindándome las herramientas que necesito mientras participo en una comunidad colaborativa que se apoya mutuamente para alcanzar objetivos compartidos. Esta es una fórmula que difiere de los procesos de aprendizaje tradicionales y que ampliaré en un blog posteriormente. Por ahora, esta es la esencia de mi recorrido educativo y lo que puedo compartir en este momento.
Destacaré, como un logro central, mi inmersión profunda en la industria, desde su cimiento hasta su cúspide, con la visión de forjar su evolución y ser artífice del cambio. Aunque los detalles permanecen resguardados como un secreto de estado, el universo atestigua mis propósitos y los lineamientos que solo él y yo comprendemos. Esta travesía me ha llevado a formar grupos y movimientos tanto en el colegio como en ferias universitarias de gran envergadura. Si bien en algunos aspectos soy tímido y callado, la confianza depositada en mí para asumir el timón y liderar equipos es innegable. Lo que una vez fue un equipo escolar ha evolucionado hasta culminar en la dirección de un equipo en mi último trabajo presencial. Estos pasos, de gran magnitud, han sido cruciales en mi desarrollo personal.
Otros logros, aquellos que celebramos en silencio, incluyen mi primer trabajo para una agencia de desarrollo web fuera de mis fronteras natales. Este hito trascendental abrió horizontes, disipó temores y me impulsó a aventurarme en negocios internacionales. Estos éxitos me inyectaron la determinación de explorar más lenguajes de programación, y de idear métodos cada vez más sofisticados y singulares para destacar mi marca personal. Cada línea de código, cada diseño innovador, son peldaños en el ascenso hacia la cima de mi propio potencial.
Así, estos logros no son solo puntos en el horizonte, sino señales luminosas de la senda que me impulsa a evolucionar y a tejer una historia única, tanto dentro de la industria como en la forma en que impacto en el mundo que me rodea.
¡Sumérgete en mi mundo apasionante de emociones y adrenalina! Los videojuegos, esos enigmáticos compañeros, pueden ser el fuego que enciende nuestra mente o el oasis que despierta nuestras pasiones. En mi caso, soy parte del equipo que desafía a la lógica, que toma decisiones instantáneas y abraza estrategias ingeniosas en cada rincón del juego. Cada píxel, cada decisión, me sumerge en un universo donde la astucia y la táctica son mis armas más afiladas.
Pero ¿sabes qué es incluso más emocionante? La Fórmula 1, una danza vertiginosa entre los videojuegos estratégicos y el rugido de los motores. A más de 240 km/h, con el corazón acelerado, planificar estrategias para los neumáticos mientras los pilotos desafían la gravedad con reflejos que parecen de otro mundo. La F1, donde las historias de superación, como la del increíble Juan Manuel Correa, y la tenacidad de mi ídolo Fernando Alonso, avivan mi espíritu. Alonso, un veterano que desafía al tiempo con una sed insaciable de conquistar lo inalcanzable. ¿Y qué decir de los McLaren? Sus diseños me enamoran hasta el punto de soñar con poseer un modelo de calle algún día. ¡Quizás el universo me escuche!
Aún hay más facetas de mi ser, como la informática en su totalidad o mi fascinación por los canales de YouTube que revelan rincones del mundo. Y mientras todos esperan estas revelaciones, emerge algo inesperado: mi pasión por el campo, por las raíces que me vieron crecer y que me guiarán hacia un futuro aún por descubrir. Porque no todo es pantalla o competición, también hay lugar para el tenis, ese latido de adrenalina, y para mis excursiones culinarias, viajes épicos, ser anfitrión de eventos, deslizar las manos como DJ o simplemente caminar mientras las ideas fluyen.
Así que únete a mí en este torbellino de emociones, donde cada interés es una paleta de colores que pinta mi vida de la manera más emocionante. ¡El viaje apenas comienza y estoy listo para vivir cada paso con pasión desbordante!
Vamos adentrándonos más en esta biografía, explorando aspectos significativos que estoy dispuesto a compartir. Uno de los desafíos que persiste, el cual, aunque ya estaría completado en circunstancias normales, permanece en mi calendario como un recordatorio constante, es el de convertirme en el primer miembro directo de mi familia en culminar estudios universitarios. Aunque el logro ya se había alcanzado en la rama paterna gracias a un primo, siento la determinación de obtenerlo por mérito propio, alimentando una sana rivalidad interna. A pesar de que la pausa que hice en el Preuniversitario de la ESPOL para perseguir experiencia laboral nos haya retrasado, considero que esta es apenas una pausa en un camino continuo. Las carreras adicionales siguen estando en mi horizonte, dispuesto a abrazar cada oportunidad educativa que se presente.
Otro pilar fundamental en esta biografía es el hecho de haber asumido el rol de pilar familiar, un desafío que he abrazado y que me ha permitido crecer en carácter y en sabiduría. Estoy agradecido por haber podido tomar decisiones y trazar un camino que no solo beneficie mi desarrollo personal, sino también el bienestar de mi familia.
Finalmente, un desafío que reconozco como formidable pero no insuperable, es el de corresponder a la generosidad y el apoyo que recibí en mi momento de necesidad. Un proyecto que ha estado gestándose durante mucho tiempo, incluso antes del inicio de la pandemia, aspira a ser mi manera de retribuir, de brindar ayuda y esperanza a aquellos que también enfrentan dificultades. Mi objetivo es no solo completar este proyecto, sino también convertirlo en un motor de cambio para muchas personas.
Así, esta biografía desvela no solo mis logros, sino también los desafíos que han dado forma a mi camino. Cada uno de estos desafíos es una oportunidad de crecimiento, una piedra en la construcción de mi historia personal y una base sólida para los futuros capítulos por escribir.
Construir una página web extendible como complemento a mi hoja de vida sería una estrategia valiosa para presentar mi perfil de manera más dinámica y atractiva. Una página web me brindaría la oportunidad de ir más allá de las limitaciones impuestas por el formato tradicional de un currículum impreso. Podría agregar detalles visuales, como portafolios, proyectos y diseños, que destacarían mis habilidades de manera impactante. Además, podría actualizar mi información en tiempo real, lo que es especialmente beneficioso para demostrar mi evolución y nuevas competencias. Una página web también permite incorporar elementos interactivos como enlaces a muestras de trabajo, testimonios, gráficos y más, creando una experiencia más inmersiva para quienes lo visiten.
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